Month: Octubre 2019

Escribe tu nombre

En Cartas de amor de Dios, Glenys Nellist invita a los niños a interactuar con el Señor de una forma profundamente personal. Estos libros para niños incluyen una nota de parte de Dios con un espacio para que ellos pongan sus nombres después de cada historia bíblica. Personalizar la verdad escritural ayuda a sus jóvenes lectores a entender que la Biblia no es solo un libro de cuentos. Se les enseña que el Señor quiere tener una relación personal con ellos y que les habla a sus inmensamente amados hijos a través de las Escrituras.

El actor principal

Una vez, escuché sobre un estudiante que tomaba clase de homilética en un prestigioso seminario. Este joven un poco presumido dio su sermón con elocuencia y una evidente pasión. Luego, se sentó satisfecho, y el profesor hizo una pausa antes de expresar su devolución. «Ese sí que fue un sermón poderoso —dijo—. Bien organizado y conmovedor. El único problema es que Dios no fue el tema de ni siquiera una de tus frases».

¡No lo olvides!

Junto con mi sobrina y su hija Kailyn, de cuatro años, pasamos una hermosa tarde de sábado juntas. Jugamos con pompas de jabón en el patio, coloreamos un libro de princesas y comimos sándwiches de mantequilla de maní y mermelada. Cuando subieron al auto para irse, Kailyn gritó dulcemente por la ventanilla abierta: «No te olvides de mí, tía Anne». Caminé rápido hacia el coche y susurré: «Nunca podría olvidarte. Te prometo que te veré pronto».

Resistir

Hace poco, mi suegro cumplió 78 años, y durante el encuentro familiar para celebrarlo, alguien le preguntó: «¿Qué es lo más importante que aprendiste en la vida hasta ahora?». ¿Qué contestó? «A resistir».

Refugio de la tormenta

Cuenta la historia que, en 1763, un joven pastor que viajaba por un camino junto a un despeñadero en Somerset, Inglaterra, se metió en una cueva para refugiarse de los relámpagos y la lluvia torrencial. Al mirar hacia fuera, reflexionó en el regalo de hallar refugio y paz en Dios, y mientras esperaba, empezó a escribir un himno: «Roca de la eternidad», con sus memorables primeras líneas: «Roca de la eternidad, fuiste abierta para mí / Sé mi escondedero fiel, solo encuentro paz en ti».

La Reina Ester llegó a Perú

El proyecto LA REINA ESTER llegó a escuelas y niños de Perú. La autora visitó siete escuelas y más de 3000 niños recibieron el libro y fueron instruidos para estudiarlo y  conocer la vida de Ester. La misión del proyecto es promover la historia de La reina Ester para edificar e inspirar a niños a desarrollar y mejorar su autoestima y de…

Dios y los hipócritas

«Me decepcionaría mucho si alguien de nuestro equipo hiciera eso», dijo un jugador de cricket sobre un sudafricano que había hecho trampa en un partido en 2016. Pero dos años después, él mismo fue descubierto en un escándalo casi idéntico.

Haz lo que dice

Daniel tenía que participar en la boda de su hermano, pero no se presentó. Era comprensible que los familiares estuvieran decepcionados, incluida su hermana Jazmín, quien estuvo a cargo de leer las Escrituras. En la ceremonia, leyó sin errores el conocido pasaje bíblico de 1 Corintios 13 sobre el amor. Pero tiempo después, cuando su padre le pidió que le entregara un regalo de cumpleaños a Daniel, ella vaciló. Le resultó más difícil poner en práctica las palabras sobre el amor que leerlas. No obstante, poco después se arrepintió y admitió: «No puedo levantarme y leer las Escrituras sobre el amor y no practicarlo».

Confía en tu armadura

Cuando era joven, solía sentirme inseguro cuando asistía a talleres de escritura. Miraba a mi alrededor y veía salas llenas de gigantes: personas con capacitación formal y años de experiencia. Y yo, nada. Pero lo que sí tenía era un oído formado por el lenguaje, el tono y la cadencia de la versión inglesa del Rey Jaime de la Biblia. Era como mi armadura —por así decirlo—, a la cual estaba acostumbrado. Permitir que ella influyera en mi estilo de escritura y en mis palabras se convirtió en un gozo para mí y en esperanza para los demás.

El que calma las tormentas

Santiago me compartía exaltado sobre algunos problemas que tenía con su equipo de trabajo: división, actitudes acusadoras y malentendidos. Después de escuchar con paciencia durante una hora, sugerí: «Preguntémosle a Jesús que querría que hiciéramos en esta situación». Quedamos en silencio durante cinco minutos. Entonces, ocurrió algo asombroso: ambos sentimos que la paz de Dios nos cubría como un manto. Más relajados por…